Los imanes que hoy ha traído Superimán eran diferentes a los que hemos visto en otras ocasiones. Eran alargados y de dos colores; no sabíamos muy bien el por qué de eso, así que decidimos explorarlos. Nos dimos cuenta de que si acercábamos la parte blanca de dos imanes, no conseguíamos unirlos; igual pasaba si lo hacíamos con la parte roja. Sin embargo, si acercábamos la parte blanca con la roja, conseguíamos unirlos. Para intentar comprender esto mejor, nos convertimos en imanes de dos colores. Una pegatina roja en una mano y una blanca en la otra; al darnos la mano y formar un gran círculo, se unían nuestra mano roja, con la mano blanca del compañero. ¡Polo positivo y polo negativo! ¡Eureka!
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