lunes, 10 de octubre de 2011

UN NIDO DE VERDAD.

Hoy nos hemos encontrado con la sorpresa de que Francisco traía una bolsa donde decía que había algo importante. No nos lo ha querido enseñar hasta el momento de la asamblea, cuando todos estábamos sentados. Se ha colocado en el centro y ha sacado ¡un nido de verdad!; nos ha contado que se lo encontraron en la feria y que su papá lo cogió de un árbol donde vivían unos pájaros que se habían ido a vivir a otros sitio. Estuvimos viendo que estaba hecho de palos y plumas, y pensamos de qué animal podría ser. Surgieron muchos nombres de pájaros y pensamos también dónde pueden hacer sus nidos, además de en un árbol: en una torre, en una farola, en un palo muy alto, en la torre de la iglesia,... Debíamos buscarle un sitio en nuestra clase; Francisco de cía que era un nido para el halcón que trajo Natalia y que colgamos del techo con un hilo para que sobrevuele nuestro castillo por si le necesitamos para que mande algún mensaje. Era la mejor idea, pero acordamos que no íbamos a colgar el nido del techo, igual que el halcón, porque los nidos no vuelan. Así, pensamos que nosotros en nuestro castillo tenemos dos torres, así que pondríamos el nido en una de ellas. Francisco hizo los honores.
La bolsa de nuestro compañero traía algo más, un folleto de animales que estuvimos viendo y con el que aprendimos el nombre de alguno de ellos que no conocíamos. Pero además de animales, el folleto traía más cosas: "una carretera azul" que Mª Carmen dijo que sería un río (en efecto, era el río Tajo), unas flores que no sabíamos si olerían bien porque se llaman "peonías" y algo que nos sorprendió bastante. Se trataba de una especie de casita hecho de piedra, con una puerta de madera y un tejado de paja. 
En un principio, fantaseamos; dijimos que podría ser la casa de un monstruo, pero hablamos de que los monstruos sólo existen en las películas. También podía ser la casa de un elefante, pero era demasiado pequeña. Incluso creímos que sería la casa de algún niño, pero comparándola con la nuestra, vimos que había muchas diferencias. Para buscar más información, decidimos leer lo que ponía justo debajo del dibujo de aquella casita.
Allí decía "chozo tradicional"; teníamos más información, pero seguíamos sin saber quiénes serían los inquilinos de aquella casa. 
Y como ya teníamos el cerebro que nos ardía y nos salía humo por las orejas, tomamos una decisión; esperaremos a mañana para ver si alguno de los compañeros que no ha venido hoy nos puede ayudar a saber quién vive ahí. Además, María dijo que también podríamos preguntarlo en casa, así que desde aquí, os informamos de nuestra duda, por si alguien nos puede ayudar.




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