Tuvimos una conversación muy rica acerca de los números, y entonces comenzó nuestro acercamiento a ellos. Ayer, decidimos buscar números en nosotros mismos, y descubrimos que en nuestro zapato, cada uno tenía un número. Bueno, algunos no tenían número y decían que seguro que otro día con otros zapatos sí que tendrían. Estuvimos comparando algunos de ellos, pero esta vez no teníamos metro. ¿Qué podríamos hacer? Laura propuso que el zapato más grande seguro que también era el número más grande. ¡Eureka! Con esta propuesta, comparamos algunos zapatos más, y en efecto, el número más grande era el del zapato también más grande.
Estamos descubriendo los números, seguro que vosotros desde casa también podéis ayudarnos a apreciar todos los números que nos rodean.
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