La semana pasada la directora de nuestro colegio nos dio una noticia: íbamos a tener un compañero nuevo. Cuando nos enteramos, nos dio mucha alegría poder tener un amigo más, uno más para jugar, para aprender, para compartir con nosotros todo lo que hacemos en clase y con lo que tanto disfrutamos. Estuvimos organizándolo todo para su llegada; no sabíamos cómo era, pero eso nos daba igual. Decidimos que le aceptaríamos en el grupo si tenía ombligo, si no, le iba a ser un poco más difícil. Su sitio estaría en el grupo rojo, porque nos sobra una silla desde que se fue Nerea. Pero, ¿y su número de lista?. Teníamos dos opciones: darle el 5 de Nerea o ponerle uno nuevo, el siguiente al de Francisco. Pepa dijo que mejor dejábamos libre el de Nerea, por si alguna vez volvía y quería recuperar su número. Entonces, había que pensar cuál era el número siguiente al 24; suerte que tenemos a Javier, que se sabe muchos números y nunca se equivoca. El siguiente al 24 es el 25. Así que Rafael (que así se llama nuestro nuevo amigo) llegó al cole el viernes y todo estaba preparado. Estamos muy contentos de su llegada y sabemos que juntos lo pasaremos genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario