¿Os creíais que este curso no íbamos a tener nuestra dosis de ciencia en nuestro aula? Imposible, estamos enganchad@s.
Por fin, esta semana hemos conocido el nuevo proyecto en el que vamos a embarcarnos este curso y que nos acercará, como cada año, a la investigación científica.
Nuestra mascota del curso pasado, Pequechef, nos trajo una caja en la que, Pepa, muy acertadamente, interpretó que vendría la nueva mascota. Al abrirla, vimos un muñeco de lo más original; pelo canoso y crespado, bata blanca y artilugios conocidos en las manos.
Se llama Don Ramón, y fijándonos en su ropa, intentamos descubrir a qué se dedicaría, para ver si así, averiguábamos la temática de los experimentos que nos traería: médicos, veterinarios, maestros, pintores, enfermeras, gente que borda, peluqueros, maquilladores. Costó, pero al final, descubrimos que se trataba de un científico.
Siguiendo con el análisis tan exhaustivo que le hicimos, nos fijamos en sus orejas, preguntándonos por qué las tendría tan grandes; pensamos que seguramente, escucharía muy bien. Además, tenía una nota musical y un despertador en sus manos; la primera idea que nos vino a la cabeza, es que traería experimentos de música, pero había más cosas que se podían escuchar. Llegamos a la conclusión de que Don Ramón nos va a traer experimentos de cosas que suenan; en efecto, estamos en lo cierto.
Este curso, nuestros experimentos van a girar en torno al sonido, sus propiedades, las ondas sonoras, las vibraciones y el sentido del oído.
Para introducirnos en el tema, descubrimos un cuento en el que, Víctor, un músico muy ambicioso, quería componer la canción más bonita del mundo; para ello, atrapó en una caja todos los sonidos agradables, dejando fuera los más horribles. El mundo fue dominado entonces por los gritos y los ruidos; los sonidos tuvieron que salir de la caja para evitar que aquello continuase, y al hacerlo, compusieron todos juntos, una armonía nunca antes escuchada, la canción más bonita del mundo.
Compartimos un momento de silencio para escuchar los sonidos que se apreciaban desde nuestro aula, y pudimos notar el sonido de los niños corriendo por el pasillo, sus gritos y pisotones, las sillas y muebles movidos por los niños de la clase de encima nuestra, y hasta los pájaros de fuera.
Nuestra nueva mascota nos va a traer experimentos muy interesantes que nos permitirán hacernos preguntas sobre lo que nos rodea, comprobar nuestras hipótesis y llegar al conocimiento construido entre todos, que nos permitirá conocer mejor el mundo que nos rodea.
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