-Daniel: doy las gracias cuando me dejan una red para cazar medusas.
-Pepa: doy las gracias cuando me abren las galletas porque yo no puedo.
-Gonzalo: digo por favor cuando pido que me peinen porque yo no sé.
-Laura: digo por favor cuando quiero que mamá o papá me haga un bocata.
-Gonzalo: pido perdón cuando mojo a Moisés sin darme cuenta.
-José C.: Javier me pide perdón cuando me da con la pala en el patio.
Para comprender estas situaciones mejor, las hemos escenificado. Esto nos está sirviendo para desinhibirnos, para estar cómodos delante de los demás y no sentir vergüenza. Todos lo hacemos y juntos, nos divertimos.
A continuación, para comprender la importancia de todos y cada uno de nosotros en el grupo, nos sentamos en corro y formamos una tela de araña con un ovillo de lana que nos fuimos lanzando entre todos. Si alguno de nosotros no cogía con fuerza, esa tela se rompería porque todos éramos necesarios para conseguirlo. Nos dimos cuenta que con el esfuerzo de todos, formamos una tela grande, bonita, resistente. ¡Formamos un buen equipo!
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