Desde que estábamos investigando sobre los caracoles, estamos cuidando de uno que encontramos en el patio; lo pusimos en una cajita de plástico y le hicimos una cama de hojas frescas. Pasados unos días, nos dimos cuenta de que las hojas se secan, así que cada cierto tiempo, se las tenemos que cambiar. Vamos al patio, tiramos las hojas secas y buscamos hojas frescas que haya por el suelo; además, Natalia nos contó que los caracoles comen lechuga y que ella podía traer. Para que no se le olvidase, decidió escribir una nota para llevársela a casa, y al día siguiente, muy responsable ella, trajo la lechuga, que por cierto a nuestro caracol, le encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario