miércoles, 20 de junio de 2012

SOLUCIONAMOS LOS PROBLEMAS QUE VAMOS TENIENDO.

Hace unos días, nuestra compañera Mª Carmen tuvo un pequeño susto en el colegio, al quedarse encerrada en uno de los baños. Se asustó tanto, que al día siguiente, llegó llorando a clase, y todos vimos que debíamos hacer algo para ayudarle. Analizando el problema, nos dimos cuenta de que lo importante era conseguir que aquella puerta nunca más se cerrara, y para ello, Francisco nos dijo que su mamá tenía en la tienda una cosa de madera que la ponía por debajo de la puerta y así, ésta no se cerraba. Decía que tenia forma de tobogán, y algunos niños y niñas no entendían aquello muy bien; así que fuimos al patio y nos entramos a clase un tobogán pequeño para que Francisco nos lo pudiera explicar. Nos contó que por debajo de la puerta, meteríamos la parte del tobogán que era más bajita, ya que la otra no cabría. Entendido ya el mecanismo, nos surgió la duda de cómo se podría medir el tobogán, y después de intentarlo de diversas formas, descubrimos que la medida más importante era el ancho, pues si el culete nos medía más, no podríamos montarnos en él; medimos el ancho, y después, comprobamos uno a uno, que nuestros culetes medían menos, ya que cabían sin problema.

Volviendo al tema de Mª Carmen, decidimos que a aquel artilugio que Francisco nos había explicado, le llamaríamos "no cerrar" y que nuestro compañero se comprometía a traerlo. Así, fue, y en pocos días tuvimos aquel trozo de madera en la clase, listo para ser utilizado; cuando nos pusimos de acuerdo sobre cómo colocarlo, lo pusimos en la puerta del baño y creamos un cartel para informar a todos los que usaban aquel baño de que no debían quitarlo, pues a nuestra compañera le daba miedo que la puerta se cerrase.

Un problema menos y todos contentos, y avanzando.



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