En estos días en los que arranca el curso, analizamos que seguimos en la misma clase que el curso pasado, y que lo que ha cambiado somos las personas que habitamos en este espacio (que ahora somos más mayores), y lo que va a ocurrir en una clase que, en sólo dos meses, ha pasado de ser de 4 años, a convertirse en una de 5. No queremos que nadie se confunda y pueda buscarnos en otro espacio; tratamos de dar respuesta a una situación que puede darse en la realidad. Para evitar que nadie se confunda, decidimos hacer un cartel para nuestra clase; un cartel que debe informar a todo el que lo vea, lo que se va a encontrar en nuestro aula. Por eso, decidimos hacer dibujos de nuestra clase, elegir el que más nos guste y añadirle, utilizando el lenguaje escrito, quiénes estamos dentro. Así, nadie se perderá y todos sabrán dónde estamos. Es importante ponerle una flecha, una que señale directamente nuestra puerta, y para ello, primero tenemos que decidir dónde colocar el cartel. Analizando todas las opciones, elegimos la pared que consideramos más adecuada, por su ubicación, su disponibilidad, y allí colocamos nuestro cartel.
Estamos ahora más tranquilos, con el cartel todo el mundo sabe dónde está nuestro aula, y allí podréis encontrarnos.
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