SOMBREROS DE MIL COLORES.

Hoy reanudamos nuestra lectura de "Alicia en el país de las Maravillas" recordando que Alicia se había quedado con el bebé que la duquesa le dejó. De repente, Alicia notó que la cara del niño empezaba a cambiar; tenía hocico, los ojos pequeños y sus gritos parecían los de un cerdo. En efecto, el bebé se había convertido en un lechón, ¡qué susto!; Alicia lo soltó y el animal salió corriendo. En nuestro libro, nos ponían las pistas para saber cómo un bebé se convierte en cerdito. Nos miramos y nos tranquilizamos al ver que todos estábamos como siempre, y que a ninguno le había salido hocico. Estuvimos mirando algunas de las fotos que tenemos de animales para ver que cada uno tiene unas cualidades diferentes; después, jugamos un poco al juego de las diademas con el que un niño debe adivinar qué animal lleva en su tarjeta sin mirar y con las pistas que les das los compañeros.

Después, seguimos leyendo; Alicia se volvía a encontrar con el gato de Shesire. Estaba en la rama de un árbol y ayudó a Alicia a decidir para dónde seguir andando. Le dijo que si seguía para un lado, se encontraría con el sombrerero, y si seguia para otro, con la liebre. Nos preguntamos qué sería un sombrerero; Mª José dijo que un hombre con muchos sombreros, iba bien encaminada. ¿Y una liebre? Francisco nos explicó que era como un conejo. Cada uno dijimos hacia dónde iríamos nosotros, pero la última palabra la tenía Alicia.

Propusimos convertirnos en sombrereros y crear sombreros hermosos; cada grupo tenía un sombrero de cartón que debían decorar. Para ello, debían elegir qué materiales ponerle: papel charol, celofán, de seda, gomets, rotuladores, lacitos de Navidad, flores de tela, algodón de colores, círculos de fieltro. Una vez que cada grupo tenía su material, comenzamos a trabajar. Quedaron tres sombreros fantásticos, uno para la reina, otro para la duquesa y otro para el conejo blanco.