Pero, ¿y por qué estaba aquello en aquel rincón vacío? Después de mucho pensar, nos dimos cuenta de que debíamos crear un nuevo rincón en aquel espacio, pero que todavía NO SABÍAMOS cuál. Debía ser un rincón divertido, desconocido, en el que nos lo pasásemos bien y con el que aprendiésemos, así que todos nos pusimos a pensar y a darle al coco, intentando que ninguna idea se nos saliese por la oreja. Entre todos, hicimos una lista muy interesante, pero ahora había que decidirse y votar de entre todas las propuestas, la más deseada. Cada uno dimos nuestro voto:
Cuando ya todos los votos estaban apuntados, hicimos el recuento.
Había un rincón que había ganado por goleada, el rincón de las princesas, en el que, según las niñas, los niños se disfrazarían de príncipes y jugarían a casarse. Esto no convenció a algunos, que preferían un rincón propuesto por Gonzalo y que sorprendió a más de uno (incluida a mí), el rincón de Don Quijote. Vimos la manera de arreglarlo para que todos estuviésemos contentos y en ese momento, llegó la seño Carmen. Escuchó nuestro debate y habló con los más incorformistas para hacerles ver que los príncipes también podían ser caballeros, como don Quijote, y que todos ellos vivían en castillos. Hablando ya en esos términos, las caras cambiaron, y por fin, llegamos a un consenso; nuestro futuro rincón es el rincón del CASTILLO, un rincón en el que habrá princesas, príncipes, caballeros, reyes, y todo aquello que se nos ocurra y que nos haga aprender de este tema disfrutando, como siempre.
Desde aquí, quedáis todos informados sobre nuestro deseo de crear en la clase un castillo lleno de personajes e historias. Mañana, confeccionaremos la lista con los materiales que podremos necesitar y os informaremos sobre ello. ¡Esperamos vuestra ayuda!
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