La semana pasada nuestros compañeros María y Daniel nos contaron al resto cómo eran los castillos medievales por dentro. Nosotros creíamos que serían igual que nuestras casas, pero gracias a ellos, vimos que estábamos equivocados. Daniel nos trajo un libro muy interesante con el que nos explicó cada una de las partes del castillo, llamándonos mucho la atención el patio de armas, donde estaba el pozo, el establo, la herrería y la casa de los criados; y la torre del homenaje, con diferentes dependencias como la sala de armas para el descanso de los centinelas, las habitaciones para dormir los señores, la sala principal para recibir a los invitados y disfrutar de banquetes y el almacén para guardar los alimentos. Pudimos apreciar que casi no tenían muebles, y que faltaban algunas habitaciones que nosotros tenemos en casa, como la cocina o el cuarto de baño.
María nos trajo una maqueta que nos ayudó a repasar las partes del castillo por fuera y con la que fuimos imaginando dónde podrían encontrarse las diferentes dependencias que nos explicó Daniel.
Tenemos muchas dudas de cómo era el día a día en los castillos, faltándoles tantas comodidades que para nosotros son imprescindibles. Seguiremos investigando.
Gracias a María y a Daniel, porque con su trabajo hemos dado respuesta a muchos interrogantes.
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