Encontramos en un libro, que para dibujar el tronco de un árbol, podíamos pegar un papel en el mismo y frotar una cera de algún color para apreciar su dibujo. Así lo hicimos, eligiendo para ello, el tronco más liso de los árboles de nuestro patio, y el más áspero.
Volvimos a clase, y allí, pudimos ver las diferencias de ambos dibujos; el dibujo del tronco liso se veía mejor, mientras que el del tronco áspero, se veía bastante peor, ya que había sido difícil pasarle la cera. Volvimos a salir al patio, para poder concretar que el tronco liso era de color marrón clarito, que pertenecía a un árbol pequeño y que era un tronco fino.
El tronco áspero era de color marrón oscuro, pertenecía a un árbol grande y era más gordito; y cuando estábamos observándolo, vimos que era áspero porque tenía como una "cáscara" (según Raúl) que lo cubría y que se estaba abriendo. De hecho, en una de las partes donde la grieta era más grande, se podía ver algo, en un principio, creímos que era el hueso del árbol, pero después, nos dimos cuenta de que los árboles no tienen huesos. Mirándolo bien, Mª José dijo que eso era madera; ¡todos los árboles por dentro tienen madera! Para hacer las mesas, las sillas, los bancos, los armarios,...
Fuimos a ver si en otros árboles también podíamos ver su madera,y nos dimos cuenta de que en los troncos más finitos, la cáscara estaba cerrada, y no podíamos verla. En otros, las grietas eran tan grandes, que podíamos ver el tronco por dentro, y se notaba que su madera no estaba muy bien; parecían árboles viejos.
De vuelta a la clase, recordamos todo lo descubierto, y Javier nos ayudó a leer en un libro cómo se llama la "cáscara" que tienen los troncos de los árboles por dentro; se llama corteza.
Con los dibujos que habíamos hecho frotando la corteza del tronco más suave y del tronco más áspero, explicamos al resto de compañeros lo descubierto.
Nos planteamos cómo se sacaría la madera de los árboles, y para averiguarlo, encontramos en Internet, un vídeo sobre la tala de los árboles, con motosierra y con hacha.
Una vez que lo vimos, reflexionamos sobre la necesidad de cortar árboles para aprovechar su madera, pero también del problema que tendríamos si se cortaban demasiados árboles.
-Daniel: se gastarán todos.
-Francisco: pues plantamos más.
-Mª José: ¿y si se gastan todas las semillas?
-Daniel: el campo se morirá.
-Seño: ¿y qué pasará con los pájaros?
-Amalia: no tendrán sitio para poner sus huevos, no tendrán nidos.
-Seño: ¿y las ardillas?
-Mª José: no tendrán casa.
-Pepa: y las hormigas se morirán, porque no podrán comer hojas. Y además, no habrá árboles para que echen flores y frutos. Entonces, no tendremos fruta para comer.
-Seño: ¿os imagináis el campo sin árboles?
-Raúl: estará muerto.
-Mª José: mi padre me ha dicho que cuando le cortas el tronco a un árbol, aunque no hable, le duele.
-Natalia: además, si cortas un árbol y se cae, puede aplastar a las plantas y entonces no podrán crecer.
-José Parejo: cerca de la casa de mi abuela, hay árboles cortados.
Quisimos seguir descubriendo más cosas, y decidimos medir los dos troncos usando nuestro metro; nos dimos cuenta de que los troncos, y todo lo que tenga la misma forma, se puede medir de dos formas (altura y diámetro)
Como siempre, explicamos al resto lo descubierto; les mostramos las medidas de los dos troncos para ver que el tronco más suave es más bajito y más fino, y el áspero es más alto y más gordo.
Y hablando de medidas, nos planteamos cuál sería el árbol más grande del mundo, y cuál es más pequeño. Hicimos nuestras hipótesis basándonos en nuestras experiencias y en lo que teníamos más cercano; creíamos que el árbol más grande es el pino (en el colegio hay uno muy alto) y el más pequeño, el limonero (también tenemos uno en el cole que está comenzando a crecer)
Buscando en Internet, descubrimos que el árbol más grande del mundo es la Secuoya (112 m.) y el más pequeño, un bonsai de 5 cm. Pudimos apreciar lo que eran 5 cm., pero no pudimos hacer lo mismo con los 112 m., ya que no teníamos suficientes metros. Por eso, decidimos traer de casa metros para ver si entre todos, conseguimos dicha cantidad y podemos apreciar cuánto es de una manera tangible.
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