lunes, 21 de mayo de 2012

¿POR QUÉ EL CARACOL DEJA UNA LÍNEA BRILLANTE?

La pregunta que estuvimos investigando la semana pasada acerca de la Naturaleza, estuvo relacionada con los caracoles; Pepa, Jorge y José C. tuvieron que averiguar qué era ese rastro que van dejando cuando se mueven.

Para comenzar, todos entablamos una conversación donde intentar ayudarles a recabar ideas.
  • Daniel: es la baba yle sirve para andar.
  • José C.: sí, y deja todo el patio lleno de baba.
  • Daniel: el rastro brillante es su baba.
  • Francisco: es pegajosa. Le ayuda a pegarse en los árboles y comer hierba.
  • Daniel: serán hojas.
  • Pepa: la hierba no está en los árboles; está por el campo.
  • Seño: ¿y qué hojas les gustarán a los caracoles?
  • Francisco: todas.
  • Pepa: ¿las que tienen pinchos también?
  • Francisco: sí.
  • Daniel: ¿y si se la hinca? Mi cactus tiene hojas con pinchos.
  • Jorge: ¿pero cómo comen los caracoles?
  • José C. : tienen boca.
  • Francisco: cogen hojas con los cuernos y se las meten en la boca liando los cuernos.
  • Gonzalo: en Bob Esponja, Gary tiene los ojos en los cuernos.
  • Francisco: los caracoles de verdad los tienen en la cabeza.
  • Daniel: a veces, los dibujitos nos gastan bromas.
  • Seño: entonces, ¿cómo comen los caracoles?
  • Daniel: con la boca.
  • Seño: ¿y pueden morder?
  • Francisco: están así (mete los labios hacia dentro). No tienen dientes.
  • Daniel: ¿y cómo mastican?
  • Francisco: no mastican, se tragan la comida.
  • Daniel: ¿y si se ahogan?
  • Francisco: no. Mi padre me lo ha dicho.
  • Seño: vamos a volver al principio; la baba les ayuda a caminar, ¿pero cómo lo hacen?
Varios niños lo intentan, pero los demás están atentos para que no se ayuden con los brazos.
  • Pepa: tenéis que arrastrar el cuerpo.
  • Gonzalo: ir muy despacio, también.
  • José C.: como un gusano.

Con tantas ideas, era fácil contestar a esta pregunta; decidimos salir al patio a buscar un caracol para comprobar todo aquello que habíamos dicho. Encontramos uno y le preparamos una cama cómoda, a base de hojas frescas, pero después de un rato esperando a que saliese, nos dimos cuenta de que el caracol no se asomaría hasta que no estuviera cómodo y tranquilo.


Pepa, José C. y Jorge siguieron investigando, ahora ya con nuestras aportaciones, y decidieron buscar en Internet para qué cosas servía la baba de caracol, además de para poder arrastrarse.
Descubrieron algo sorprendente, que quisieron compartir con los demás cuanto antes; la baba era utilizada por el caracol para reparar su caparazón cuando se rompía, y era tan buena, que con ella, hacían cremas que la gente se ponía en la cara y las manos.
Y para concluir, decidimos hacer una carrera de caracoles, intentando desplazarnos como estos animales, sin ayudarnos de las manos ni los brazos.


Nos dimos cuenta de que era muy complicado eso de arrastrarse siendo un caracol; y es que, claro, nosotros somos niños y niñas, y no tenemos baba.



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