miércoles, 27 de abril de 2011

LA MARIQUITA JUANITA Y LA CIGARRA LETICIA.

Si os acordáis, hace ya unos días estuvimos haciendo un puzle en el que teníamos que ir colocando las piezas para averiguar qué dibujo conseguíamos. Cuando ya lo tuvimos terminado, aparecía Juanita tapándose los oídos y unas notas musicales que nos anunciaban que alguien estaba cantando. Pues bien, este lunes retomamos la actividad y seguimos pensando qué animal podía estar cantando; volvieron a salir muchos, pero como nos costaba descubrir el animal en cuestión, la seño nos dio pistas. Nos dijo que el animal salía en un cuento que ya conocíamos y en el que también salía una hormiga. Gonzalo recordó rápido que era una cigarra. Ahora que conocíamos ya a los personajes, leímos el cuento. En él, la mariquita es despertada por el canto de la cigarra Leticia, que no lo hacía demasiado bien. Juanita casi se enfada con ella porque no paraba, pero decidió no hacerlo. En su lugar, le pidió que por favor se callase un poco, pero la cigarra no le hizo caso y siguió cantando. Para apreciar la molestia que sentimos cuando alguien está haciendo jaleo, unos niños fuimos cigarras y otros mariquitas. Las cigarras no paraban de cantar, y las mariquitas querían descansar.




Estuvimos pensando de qué manera conseguir que cigarras y mariquitas estuviesen contentas. Daniel dijo que las cigarras podrían cantar más bajito. Lo comprobamos y nos dimos cuenta de que funcionaba. Ahora las cigarras podrían cantar y las mariquitas podrían dormir. ¡Qué buena solución!


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