domingo, 7 de octubre de 2012

¡Y ESO QUE NO NOS CREÍAMOS CAPACES!

Como ya os contamos, este curso somos nosotr@s quienes estamos haciendo los collares para nuestros rincones, esos que nos permiten saber cuántos niños y niñas pueden jugar en cada espacio del aula. Pues bien, ya sólo nos quedaba ponerles el cordón para poder colgárnoslos, y como todo en nuestro aula, ni siquiera su elección se dejó al azar. La semana pasada, acordamos cómo debería ser, e hicimos una nota para que, en casa, cada niño y niña buscase: suave, que no se rompiese, que cupiese por el agujero de los collares, que fuese de colores diferentes y que su medida fuese 78, o lo que es lo mismo midiendo con nuestro cuerpo, que nos llegase desde el cuello hasta la barriga.
Los niños y niñas trajeron sus propuestas, y para que nos las explicasen, nos colocamos por grupos, según el material que habíamos elegido: lana, cordón, lazo e hilo. Nos demostraron que sus alternativas cumplían todo lo que pedíamos, así que no nos quedó más remedio que hacer una votación para, al final, terminar eligiendo la lana como la mejor opción.
Varios niños de cada equipo, se fueron al rincón de las Matemáticas (vamos aprendiendo que medir requiere de números, y que los números y la medida forman parte de las Matemáticas) para preparar los cordones y terminar así los collares. Fue un trabajo complicado, ya que, una vez cortados todos los cordones y pasados por el agujero, nos dimos cuenta de que no sabíamos hacer los nudos. Estuvimos probando, y era bastante complicado; suerte que Natalia sabe hacerlos, y nos estuvo ayudando con paciencia; ¡qué suerte tenemos de ser tantos y poder ayudarnos los unos a los otros! Así han quedado nuestros collares.


CORDÓN PARA LOS COLLARES. on PhotoPeach

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