Cuando pudimos por fin entrar en nuestra clase y vimos que la asamblea estaba casi lista, se nos ocurrió que podríamos hacer una fiesta para inaugurar un espacio nuevo, del que estamos muy orgullosos y para el que hemos contado con la ayuda de mucha gente que nos rodea. Nos apetecía compartir nuestra alegría con todos ellos, y pensamos en organizarlo todo; decidimos cómo queríamos que fuese nuestra fiesta, y anotamos varias tareas que deberíamos llevar a cabo. Como somos muchos, nos repartimos el trabajo; queríamos poner comida, bebida, invitar a personas especiales, hacer un cartel y preparar una cinta que cortaríamos en una especie de ceremonia.
Antes de la fiesta, había que ver si nuestra nueva asamblea estaba ya preparada, si el pegamento se había secado, si todo había quedado bien pegado; no os imagináis la alegría que nos dio darnos cuenta de que nuestro sueño de hace ya unos meses, se había hecho realidad. ¡Pero si hasta besamos las nuevas losas!
PREPARANDO LA FIESTA. on PhotoPeach
Y al día siguiente de prepararlo todo, llegó el día de la fiesta; preparamos los bocadillos, los globos, las galletas, las chuches, el cartel. Recibimos a nuestros invitados; por problemas de espacio, sólo pudimos invitar a nuestros familiares y a los niños y niñas de la clase de la seño Loli, que nos ayudaron durante el proceso. Dijimos unas palabras, cortamos la cinta y pudimos disfrutar todos juntos de un tapeo en el porche de nuestro patio.
LA FIESTA. on PhotoPeach
Gracias a nuestras familias por estar siempre a nuestro lado; y gracias a los niños y niñas mayores, por su ayuda y por las tarjetas que nos regalaron.
Ha sido un proceso largo, complicado, pero ha merecido la pena y a partir de hoy, podremos disfrutar de una asamblea más amplia, donde todos cabremos y donde podremos conversar mirándonos a la cara. ¡Conseguido!
...y gracias a la persona que hace posible que nuestros hijos aprendan a discurrir y razonar: ¡Tú, "seño Leo"!
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