LLEGANDO A UN CONSENSO.

En una nueva sesión de la mariquita Juanita, hablamos de cochinillas para intentar llegar a una idea común sobre cómo son, cómo se mueven, dónde viven. Fuimos poniendo en la pizarra todas las ideas que teníamos, aunque fuesen contradictorias, argumentando cada una de ellas. Cuando teníamos la pizarra llena, dibujamos una cochinilla con todas las cualidades, dándonos cuenta de que para ello, debíamos decidir entre dos opciones, porque ambas no eran posibles. Conseguimos hacerlo, de manera que nos resultó una cochinilla llena de detalles; pero, ¿y si las cochinillas de verdad no eran así? Presentamos una foto de una cochinilla real y vimos las semejanzas y diferencias que tenía con la nuestra. Era parecida, sí, pero las cochinillas de verdad no tienen bolitas en los cuernos, ni cabeza grande, ni boca sonriente. Pero, ¿tienen nariz? Como había opiniones diferentes, decidimos preguntar en casa o buscar información de alguna manera; al día siguiente, Javier nos contó que las cochinillas sí tienen nariz porque necesitan respirar.

Y ¿cómo caminan las cochinillas?, ¿cómo se enrollan? Quien quiso, salió al centro de la asamblea para imitar dichos movimientos. Vimos varias alternativas, todas igual de válidas.