martes, 15 de noviembre de 2011

CUESTIÓN DE PESO.

Seguimos con la lectura de nuestro nuevo cuento de "Las aventuras de los muñecos Ana y Andrés" y en el día anterior, dejamos a nuestros muñecos pensando cómo seguir al hombre que había robado a la muñeca francesa. Cual fue su sorpresa, cuando en ese instante apareció frente a ellos un hada que les llevó a casa de la abuela araña, que les ayudaría tejiendo un globo con el que pudieran salir volando y perseguir así a aquel hombre. Antes de seguir, nos dimos cuenta de que no teníamos muy claro por qué aquella araña sería abuela, así que reflexionamos sobre ello:


·         Daniel: porque es fea y negra.
·         Gonzalo: será como la araña que hay en esa foto de ahí (teníamos la foto de una araña por una actividad de la mariquita Juanita)
·         María: vieja, porque las abuelas son viejas.
·         Laura: y guapa, mi abuela es guapa.
·         Amalia: llevará un bastón.
·         Jorge: o una muleta.
·         Francisco: vivirá en una tela de araña, porque es una araña.
·         Jorge: y tendrá gafas.
·         María: y también hijos.
·         Mª José: y un novio.
·         Jorge: y una tele en su casa.
·         María: y un mando.
·         Laura: y un vestido bonito.
·         Jorge: sólo uno.
·         Laura: no, mi abuela tiene muchos.
Seguimos leyendo y pudimos ver cómo era aquella abuela araña; al saber ya cómo era, decidimos ponerle un nombre; primero, cada uno dijo que quería llamarla como su abuelita, pero pensamos en un nombre más original:  Manolita.
Siguiendo con la lectura, los muñecos se agarraron al globo tejido por la abuela araña y salieron volando, como si flotaran en el aire, hasta que su viaje terminó y cayeron al lado de un árbol. Entonces, escucharon un ruido "¡ja!". ¿Qué sería aquello?
·         Laura: una bruja, porque siempre dan voces.
·         Jorge: un hada mala porque le gusta gritar.
·         María: un hombre, que quiere asustarlos.
·         Gonzalo: un pirata, porque tiene esa voz.
·         Amalia: una abuela araña porque también tiene esa voz.
·         Raúl: un monstruo porque quiere comérselos.
·         Daniel: un árbol, que puede hablar porque tiene la cara completa.
Leyendo descubrimos que se trataba de un camello de trapo que se sentó junto a ellos.
Ahora tocaba centrarse en la idea de que los muñecos consiguieron salir volando con un globo. Todos soñábamos con que eso pudiese hacerse realidad, y todos pudiésemos salir volando. Nos fuimos a la clase de la seño Carmen, y allí, con sus niños y niñas, descubrimos un globo parecido a aquel del cuento, con un cordel al que podríamos atarnos para volar. Primero, se ató la seño Carmen, pero pesaba demasiado, así que se ató la seño Leo. Seguía siendo pesada, así que atamos a Manuel, hermano de Natalia, que tampoco salió volando. Fuimos a la clase de 3 años y elegimos una niña pequeña para atarla, Ruth, que tampoco voló. Comenzó entonces un aluvión de ideas y propuestas que fuimos probando, siempre buscando algo que pesase poco y que al atarlo al globo saliese volando. Por fin, lo conseguimos; uno de los números de madera que tiene la seño Carmen en su asamblea pesaba tan poco que salió volando, igual que los muñecos Ana y Andrés.



    
CUESTIÓN DE PESO. on PhotoPeach

Al día siguiente, en nuestra clase, fuimos probando con otros objetos para ver si pesaban tan poco que volaban con aquel globo. Y nos hizo tanta ilusión que aquello sucediese, que decidimos inflar otro globo para hacer lo mismo. Cogimos uno que teníamos en clase de algún cumpleaños, lo inflamos con la boca y le pusimos un cordel. Le atamos algo que pesaba muy poco, un cachito de papel; pero aquello no volaba, ni siquiera el globo solo volaba. Se caía al suelo y de ahí no se movía; ¿qué está pasando? Un globo que siempre tiende a subir y otro que tiende a bajar. ¿Podéis ayudarnos?

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